¿Qué es la mesobótox?
Uno de los usos más recientes de la Toxina Butolínica tipo A (Bótox), es su aplicación mediante la técnica de mesoterapia (infiltración intradérmica mediante agujas muy finas) de este producto más diluido y enriquecido con vitaminas, aminoácidos y ácido hialurónico no reticulado.
¿Qué diferencia hay entre el Bótox y la Mesobótox?
El bótox se aplica a nivel muscular produciendo una parálisis temporal de los músculos tratados eliminando por tanto las arrugas dinámicas que se forman con el movimiento de los músculos faciales.
La mesobótox en cambio es infiltrada en menores dosis y se aplica a nivel dérmico por lo que en vez de provocar una parálisis muscular, provocará un estiramiento de la piel y la eliminación de las arrugas muy finas.
Al mismo tiempo, reducirá el tamaño de los poros, y se garantiza una hidratación profunda y estimula la creación de colágeno y elastina.
¿Qué ventajas y resultados tiene?
Al relajar las fibras musculares superficiales integradas en la dermis conseguimos relajar los gestos sin perder expresividad, por lo que conseguiremos un resultado muy natural.
Las vitaminas, aminoácidos y ácido hialurócico con el que se enriquece la toxina, estimulan la producción de colágeno y elastina, mejoran el metabolismo celular, aportan una hidratación profunda, aportando jugosidad, y un aspecto más luminoso y saludable de la piel.
Al relajar las fibras musculares de la dermis, se producirá un estiramiento de la piel, suavizando las arrugas finas y cerrando los poros, por lo que conseguiremos una expresión más suave y serena de nuestra piel.
¿Cuánto tardaré en ver los efectos?
Entre los 7 y 10 días de su aplicación, los resultados empezarán a ser visibles. Para un resultado más eficaz y duradero, es recomendable realizar una sesión cada 6 meses.