¿Se puede dar el pecho teniendo una prótesis mamaria?

¿Puede ser peligroso para el niño? ¿Hay riesgo de que la silicona entre en contacto con la leche? ¿Es necesario un retoque después de la lactancia?

Si te has sometido a una cirugía de aumento de pecho, tal vez tengas estas y algunas otras preguntas y más si estás pensando en convertirte en madre o acabas de quedarte embarazada.

En la Clínica Jaranay  te revelamos toda la verdad sobre las prótesis mamarias y lactancia, y por ello te contamos todos los mitos y verdades que  giran en torno a este tema.

El pecho no se cae debido a la lactancia

La lactancia materna no deteriora el pecho. Habrás oído lo contrario muchísimas de veces, pero es otro de esos falsos mitos que abundan por ahí.

En realidad, todas las mujeres que tienen un hijo están abocadas a que la ley de la gravedad haga estragos con su pecho. ¿Cuál es la razón? Es el embarazo, con sus cambios hormonales y de peso el que influye sobre la caída del pecho. Y no en todas las mujeres. Por lo tanto, la lactancia no tiene que ver en que tus senos luzcan más o menos en su sitio.

Los implantes no entran en contacto con la leche

La leche materna viaja por sus propias vías (denominados conductos galactóforos), por lo que no entra en contacto con el material del implante.

Es decir, tu hijo no correrá ningún riesgo si le das de mamar habiéndote implantado una prótesis.

Clinica Jaranay Pechos y lactancia1

Es mejor operarse por la axila

Sé prevenida con el lugar de la operación. Para no interferir con la lactancia materna, si te vas a aumentar el pecho, coméntale a tu cirujano que tienes la intención de dar el pecho cuando seas madre.

Según los expertos, la vía periareolar (alrededor de la areola) es la que mayor riesgo presenta de afectar a la lactancia, ya que puede lesionar los conductos galactóforos, que son por los que fluye la leche. Así, es aconsejable utilizar el surco submamario o la axila como vía de acceso para la operación si se va a dar el pecho en el futuro.

Tras el embarazo, espera unos meses para operarte

No tengas prisa en someterte a una operación tras el embarazo. Los especialistas recomiendan esperar al menos seis meses después del parto para hacerse un aumento de pecho.

Ten en cuenta que tu cuerpo ha estado sometido en los nueve meses anteriores a muchos cambios y que no volverá a asentarse en un tiempo. Si te apresuras, el resultado puede no ser el que esperabas.

Puedes dar el pecho desde el principio

No tengas miedo de darle el pecho a tu bebé. Existe un rumor que dice que si hace menos de un año que te has operado, no podrás darle el pecho a tu bebé, pero se trata de una aseveración rotundamente falsa.

Siempre y cuando la operación esté bien hecha y los implantes sean de calidad, podrás optar por la lactancia materna desde el principio.

La lactancia no estropea el resultado de la operación

Si tu operación ha consistido en una elevación de senos y quieres dar el pecho, puedes estar tranquila: el efecto estético no empeorará después.

Ten en cuenta que las prótesis se colocan debajo del músculo, por lo que la lactancia no influye en ellas. Así que, ¡disfruta de dar el pecho y de tu nuevo aspecto más pletórico sin temor!

No será necesaria una recolocación de las prótesis

Las prótesis no se alteran por la lactancia materna. Tus mamas quedarán igual tanto si das como si no das el pecho.

No será necesario, por tanto, que te las reacomoden después de amamantar a tu hijo.